Más lejos, más fuerte, más rápidoEl deporte es un universo aparte donde se sabe de inmediatamente quién es el mejor, porque su marca personal condiciona a los demás.   El deporte moderno está edificado sobre las bases del esfuerzo y  la dedicación personal de un laso y de la investigación científica y del apoyo del estado o empresa privada.

De acuerdo con los especialistas, las condiciones físicas y la aplicación de la ciencia son indispensables en el éxito deportivo.  Romper el récord, superar el miedo, doblegar el dolor, quebrar la ley de la gravedad a veces hasta llegar al umbral de la muerte y conseguir el triunfo, son las barreras que se oponen a los deportistas, desafío en el cual están siendo ayudados por la ciencia.

"Más lejos, más rápido, más fuertes" con las consignas, sólo quedan tres preguntas:  ¿Dónde están los límites?, ¿Cuánto más se puede avanzar?. ¿Cuáles son los extremos reales?.  La ciencia es la única que puede responder.  Para nadie es un secreto que los hombres han tratado siempre de superar las limitaciones que les fueran impuestas por Dios, por su misma condición o por el destino.

Según J.R.L. Anderson, algunos hombres en todas las épocas se han propuesto superar los límites, alcanzar lo que parece imposible, guiados por la obsesión y el deseo de gloria.  "Es algo imperceptible que los conduce a llegar hasta sus propios límites´", así lo indica el científico, como el Factor Ulises.  De acuerdo con su versión, tomó ese nombre de La Odisea, la epopeya clásica de Homero.

"Ulises implica que hay algún factor en el hombre, alguna forma de adaptación especial que impulsa a unos pocos individuos a explotar aquello que parece sin propósito, pero que al final es de gran valor para la especie humana" explica el científico. 

Todos coindicen en afirmar que es la mente la que guía al cuerpo en la búsqueda de la superación deportiva y el demonio de sus debilidades.  Por tal motivo, en los países de alto rendimiento deportivo, el Factor Ulises es explotado al máximo, ayudado por otras disciplinas. 

Por ejemplo, en la antigua Alemania Oriental, en la Universidad de la Cultura Física de Leipzig, formaban una red nacional de maestros, entrenadores, médicos deportólogos, expertos en biomecánica, bioquímica, biofísica y sistemas de cómputo que elegían y adiestraban a jóvenes prometedores que luego eran llevados a escuelas deportivas que los convertían en superatletas.

En contraste, en los Estados Unidos, donde el gobierno no aporta efectivo pero a través de su sistema da las garantías a la empresa privada mediante incentivos de rebajas de impuestos, los colegios y universidades aportan más del 95% de los atletas mediante competiciones a nivel escolar, local y regional, suministrando el material humano, proporcionando infraestructura, tiempo e investigación.

La investigación es la que aporta nuevos sistemas para que el hombre obtenga mayor fuerza, más velocidad y una mejor armonía en su cuerpo.  "Mientras el atleta sea capaz de luchar y de sacrificarse por una victoria, la ciencia tiene que tratar de ayudarlo", se dijo como conclusión de la Conferencia de Preparación Profesional en Educación Sanitaria, Educación Física y Educación y Recreación, reunida hace algún tiempo en los Estados Unidos.

Los gimnasios universitarios de E.E.U.U. y Europa, semejan un laboratorio de la N.A.S.A., preparando atletas con la ayuda de sicólogos, fisiólogos, médicos, bioquímicos, especialistas en dietética, entrenadores, fisioterapéutas, todos ellos provistos de equipo para estudio y análisis, tales como electrocardiogramas, medidores de energía, tonificadores de músculo por ultrasonido, imagenología y farmacias.

Según un científico estadounidense, "sólo nuestros astronautas tienen un equipo mejor de investigación que nuestros atletas".  Según el Dr. Ernest Jockl, de la Universidad de Kentucky (E.E.U.U.), "aunque los laboratorios reales, en materia de competencia, son las competencias mundiales, es allí donde tenemos que buscar, porque es allí donde realmente son echados al aire los dados del cuerpo y la mente".  En los laboratorios se analiza el tejido muscular, se observa su conformación, se examina la fisiología del esfuerzo mediante computadoras y se dice donde pueden estar los límites.

La bioquímica es la que realmente avanza sobre el estudio científico sobre el deporte;  es considerada ahora como la cuestión central para un análisis del fenómeno básico de la educación física y del movimiento, pilares del desarrollo deportivo.  Por otro lado, la compleja investigación sobre los músculos ha descubierto otras propiedades de los mismos, como las fibras de estiramiento rápido de gran fuerza y agilidad, propias de los especialistas en distancias cortas y de las estiramiento lento, comunes en los atletas de distancias largas, que son de gran resistencia pero incapaces de generar fuerza instantáneas.

Según el Prof. Kurt Tittel, Decano de la Facultad de Ciencias Deportivas de la Universidad de Leipzig, la única manera de triunfar en los deportes es la dedicación a largo plazo y la formación de atletas de alto rendimiento.

Un campeón olímpico tiene una jornada diaria de entrenamiento de 7-8 horas diarias, 6 días a la semana, una disciplina constante que impide que el deportista tenga una vida normal.  La actual discusión es si los deportistas son campeones o robots.  La misma Asociación de Ciencias Deportivas de Estados Unidos se hizo la misma pregunta.  La polémica apenas se inicia.

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